EL DESVÁN DE LOS RELATOS

VUELTA AL COLE (Septiembre 2020)

LUCÍA RIVERA, IMAGEN DE ANNEKE (Junio 2020)

CLAVES PARA RECUPERAR LA FIGURA TRAS LA RESACA NAVIDEÑA http://galakia.com/claves-para-recuperar-la-figura-tras-la-resaca-navidena/

Herme Huelga Álvarez (12-1-17)

MIEL Y ALMENDRAS, INGREDIENTES DEL TURRÓN, FUENTES DE SALUD Y BELLEZA http://galakia.com/miel-y-almendras-ingredientes-del-turron-navideno-fuentes-de-salud-y-belleza/ 

Herme Huelga Álvarez  (5-12-16)

UNA ROSA MARCHITA

   Se fue como había vivido, en silencio, consumiéndose como una vela, marchitándose como una rosa… tras intentar suicidarse cortándose las venas sin éxito, gracias o “por desgracia” a su compañera de habitación que avisó a la enfermera,  decidió que lo mejor era suicidarse poco a poco, hizo su particular huelga de hambre, comer lo mínimo y esconder la comida en los bolsillos de su chaqueta para que sus cuidadoras no se dieran cuenta de ello.

   Ella vivía pero “sin vivir en mí”, veía pasar las horas sentada en una silla o acostada en su cama con la mirada fija en un punto determinado, bien podía ser la pantalla del televisor, la pared o una hortensia del jardín… Apenas se daba cuenta que sus compañeras iban debilitándose como ella o iban diciendo adiós a la vida, poco le importaba lo que le rodeaba, hacía muchos años que la vida ya había dejado de tener sentido para ella.

   Tras su coraza y su carácter duro se escondía un corazón triste, dolido y atormentado, tras el día, la noche era su refugio durante sesenta años donde en la soledad de su cama lloraba hasta que un día sus ojos se secaron y nunca más derramó una lágrima ni siquiera cuando murieron sus padres.

   En más de una ocasión tuvo que escuchar que era “fría, distante y egoísta como un témpano de hielo, que no quería a nadie…” mientras su corazón se desgarraba por dentro. Todos pensaban que su mente estaba enferma, incluso los que más la querían justificaban de esa manera su comportamiento, pero en realidad lo que estaba era rota de dolor.

   Su vida se había desmoronado cuando tuvo que salir de la casa de su marido con una sola maleta dejando dentro a sus pequeños, nadie supo cuánto sufrió cuando cerró tras de sí la puerta hace sesenta años, todos la calificaron de “mala madre” hasta ella misma. Nunca se perdonó haberlos dejado con él…al principio iba a verlos al colegio donde estaban internos hasta que ellos cruzaron el umbral de la adolescencia y no quisieron volver a verla, quizás influenciados por su padre y por su madrastra…ella luchó pero no lo suficiente, ellos nunca intentaron conocer la otra versión, simplemente se refugiaron en “mi madre nos abandonó”, frase que la atormentó hasta el día de su muerte…

   Se casó muy enamorada, él era guapo, cariñoso, tenía dinero y la colmaba de regalos…ante los demás era un hombre encantador, enamorado y que colmaba de caprichos a su mujer… formaban el matrimonio perfecto…pero de puertas para adentro su vida conyugal era muy diferente, nadie sospechaba lo que ocurría tras los muros del hogar… A los 22 años descubrió que el matrimonio no era para toda la vida y que se convertiría años más tarde en una de las primeras divorciadas cuando se legalizara el divorcio.

   Su última noche se acostó como siempre aunque ya sabía que nunca más se iba a levantar y que iba a descansar para siempre, por ello sacó de su maleta -la misma con la que sesenta años atrás había abandonado su casa conyugal- un diario con las hojas amarillentas y las tapas desgastadas de tanto acariciarlo donde había escrito su versión para que algún día sus hijos conocieran la verdad y pudieran comprenderla  aunque no perdonarla. Entre las páginas se escondía una foto en color sepia donde se veía a los pequeños felices y sonrientes abrazados a su madre, era la última foto que tenía de los tres juntos, que miraba y besaba todas las noches al acostarse, el mismo ritual que hizo también su última noche aunque en esa ocasión la dejó encima de la mesilla, con una nota escrita con su temblorosa mano: “no estaba loca ni enferma, ni fui una adúltera…hui de un hombre que me hirió más con sus palabras y amenazas que con sus golpes… hui para protegeros, espero que lo consiguiera porque ése fue mi único consuelo en mi vida, nunca dejé de quereros y de pensar en vosotros, pero nunca debí dejaros…”

Mely Fueyo (3-7-16)

 

 

GENERACIÓN PERDIDA

No sé si es bueno o no ser un superviviente de la “generación perdida”, el día a día me está demostrando que tiene más sinsabores que alegrías…

         En nuestra adolescencia el que no se drogaba no era progre, no estaba en la onda…porque drogarse era bueno…aunque todos los que presumían de ser los más modernos, los fieles seguidores de la “movida madrileña”, los amantes de “sexo, drogas y rock and roll” o están muertos o continúan de gira por los diferentes centros de rehabilitación…viven en otro mundo, alejados de la realidad social…sin embargo, esos supervivientes cincuentones con canas, barrigas y sofocos menopáusicos…se encuentran, la mayoría, en las colas del paro…los empresarios sólo quieren menores de 35 años…no les importa que estos supervivientes tengan experiencia profesional, tengan hijos o no que alimentar y educar, pagar hipotecas, cotizar para jubilarse (algunos ya lo están antes de tiempo)…esa generación perdida es muy joven para jubilarse, pero muy vieja para estar en el mercado laboral…sin embargo, sigue luchando por vivir, no quiere limosna sino trabajo, quiere ganarse el pan con el sudor de su frente, pero al final tendrá que sustituir el porro o el caballo…por las pastillas antidepresivas porque esos supervivientes tras estar todo el día de un lado para otro, buscando trabajo sin éxito, al caer la noche se preguntan: ¿Qué he hecho yo para merecer esto…? 

 

M.F.

DESDE MI VENTANA

        Desde mi ventana vi como los obreros corrían delante de los antidisturbios en las primeras huelgas de la democracia…desde mi ventana vi como los votantes de UCD celebraban la victoria de Adolfo Suárez…desde mi ventana vi como los tanques circulaban en dirección al Congreso de los Diputados el famoso 23-F…desde mi ventana vi como las rosas inundaban las calles por el triunfo de Felipe González…desde mi ventana vi pasar banderas españolas festejando el título de la selección de fútbol como Campeona del Mundo…pero ahora desde mi ventana sólo veo pasar el tiempo en espera de un futuro mejor con el murmullo de las olas como banda sonora…

 

M.F.

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